¿Qué dicen de nosotros los sueños que tenemos y aquellos que seguimos?, ¿Qué dicen de nosotros aquellos que tenemos y abandonamos; quizá por miedo a fracasar y no poder recuperarnos; quizá por triunfar y no saber manejarlo?, ¿Qué cualidades resaltan de nuestra virtud unos y otros?, ¿Qué defectos?, ¿Acaso lanzarnos en una persecución imposible, una odisea homérica, una inquisición quimérica y sin cuartel, tras un ideal irrealizable, nos convierte en locos?, ¿Si fuera así, sería esto malo; hablaría en nuestro favor; vertería alabanzas sobre nuestro amor a la vida, sobre nuestras ganas de exprimirla, de aprehenderla, de darle sentido?, ¿O nos convertiría en unos insensatos, en unos pobres ilusos, unos novatos perdidos que no saben lo que hacen con sus días; que caminan ciegos ante maravillas; que permanecen ignotos a la sabiduría?, ¿Cuánto hablan de mí esas ausencias en mi voluntad; esos compromisos etéreos, fútiles, que me niego a coleccionar; estas contradicciones que cultivo, esas dudas que alimento, estos miedos, estas ganas de llorar; esas miradas al vacío, estos afectos al viento, estos versos escondidos que tanto me cuesta enseñar?
